viernes, octubre 31, 2025

Fondos indexados vs ETFs: diferencias reales y cuál elegir

Si ya sabes qué es la inversión pasiva pero dudas entre fondos indexados y ETFs, esta guía te da una comparación clara, sin dogmas. Ambos son vehículos excelentes; la elección óptima depende de tus objetivos, tu horizonte, tu fiscalidad y el grado de control operativo que necesitas.

¿Qué es un fondo indexado?

Un fondo indexado es un fondo de inversión “convencional” cuya política de gestión consiste en replicar (no batir) un índice de referencia. Técnicamente, es una institución de inversión colectiva: un patrimonio común gestionado por una gestora, custodiado por una depositaria y regulado bajo la normativa europea (UCITS) y española (CNMV). El valor liquidativo (VL) del fondo se calcula una vez al día, al cierre, a partir del precio de los activos que componen el índice. No compras “al vuelo”; haces una suscripción y la gestora ejecuta al VL de fin de día.

Para el inversor minorista español, un fondo indexado ofrece varias ventajas prácticas:

  • Traspasabilidad fiscal (clave en España): puedes traspasar tu dinero entre fondos (misma o distinta gestora) sin tributar en el momento por la plusvalía. Esta diferición de impuestos es una ventaja compuesta a largo plazo.
  • Aportes automáticos: puedes programar domiciliaciones mensuales desde 50–150€ con facilidad.
  • Comisiones all-in: pagas la comisión de gestión (y gastos corrientes), que suele ser baja en indexados; no pagas comisión por compra/venta (salvo casos puntuales).
  • Menos fricción psicológica: al comprar al VL, te olvidas del “timing intradía”.

El fondo indexado típico replica índices amplios como MSCI World, S&P 500, MSCI Emerging Markets o agregados de renta fija. Muchos tienen clases con distinta moneda base (EUR, USD), con cobertura de divisa (hedged) o sin cobertura, y con mínimos de entrada variables. La liquidez es la del subyacente traducida al VL diario: siempre que el mercado subyacente funcione, el fondo puede emitir o reembolsar participaciones.


¿Qué es un ETF?

Un ETF (Exchange Traded Fund) es también un fondo que replica un índice, pero cotiza en bolsa como una acción. Se compra y vende durante el horario de mercado, al precio de oferta/demanda (que gravita alrededor del valor liquidativo iNAV). Los creadores de mercado (APs) se encargan de que el ETF cotice con un spread razonable respecto a su valor teórico, creando y reembolsando participaciones si hay desequilibrios.

Para el inversor, eso significa flexibilidad operativa:

  • Puedes lanzar órdenes limitadas, stop, OCO, etc.
  • Acceso a múltiples mercados (Xetra, Euronext, LSE, BME, SIX) y clases en distintas monedas.
  • Liquidez intradía: útil para rebalanceos tácticos, grandes entradas/salidas o estrategias con reglas (p. ej., rebalanceo semestral con umbrales).

Los ETFs suelen tener TER muy competitivo (a veces ligeramente inferior al de su fondo equivalente), gran transparencia (composición publicada con alta frecuencia) y, en muchos casos, clases de acumulación (Acc) y distribución (Dist). Eso sí: al ser “acción en mercado”, pagas comisión de compra/venta (salvo promociones) y debes vigilar el spread y el tipo de cambio si la clase está en otra divisa. En España, no tienen la traspasabilidad fiscal general de los fondos (hay excepciones muy acotadas), por lo que vender para cambiar de ETF genera plusvalía/minusvalía inmediata.


Similitudes entre fondos indexados y ETFs

Gestión pasiva

Ambos son vehículos de gestión pasiva: buscan replicar el comportamiento de un índice, no superarlo de forma activa. Esto reduce costes, limita la rotación y alinea tu resultado con el del mercado que elegiste. En términos de filosofía, un indexado y un ETF son mellizos: cambian las formas (contratación y operativa), no el fondo (objetivo de replicación).

Diversificación

Tanto fondos como ETFs te dan diversificación instantánea: con una sola participación accedes a cientos o miles de activos (acciones, bonos, inmuebles vía REITs, etc.). Esto reduce el riesgo específico y permite construir carteras 2–4 fondos muy robustas (p. ej., MSCI World + EM + bonos EUR, y opcionalmente Small Caps o Oro).

Bajos costes

La gran ventaja de la inversión pasiva es el coste. TER bajos (0,05–0,30% en muchos “Core”) frente a 1–2% de la gestión activa tradicional. A 20 años, cada décima de comisión importa de forma dramática. Operativamente, el fondo indexado te evita comisión por orden; el ETF te permite ajustar entradas con spreads estrechos en índices líquidos y, a veces, TER marginalmente menor. En ambos casos, el coste total suele ser muy inferior al de alternativas activas.


Diferencias clave

Forma de contratación (mercado vs gestora)

Fondo indexado: suscribes/reembolsas con la gestora/plataforma, al VL de cierre. No piensas en precio intradía ni en order types. Ideal para automatizar aportes.
ETF: compras/vendes en mercado durante la sesión. Tú decides precio, tipo de orden y momento. Ideal si quieres control operacional o si tu broker ofrece SIPs (planes de compra periódica) sin coste.

¿Qué implica? Si te estresa el “cuándo” y el “a qué precio”, el fondo te simplifica la vida. Si valoras mandar una limitada justo tras cobrar, ajustar slippage, o rebalancear en vivo, el ETF encaja mejor.

Liquidez y horario de operación

Fondo: liquidez diaria a VL; suscripciones/reembolsos procesados una vez al día.
ETF: liquidez intradía; puedes ejecutar en segundos durante el horario de la bolsa listada.

En práctica, para un ahorro mensual la liquidez intradía no es imprescindible. Pero si gestionas entradas grandes, o si haces rebalanceos con reglas, la agilidad de un ETF puede aportar mejor control del coste de ejecución.

Mínimos de inversión

Fondos indexados: mínimos muy bajos (50–150€ habituales) y aportaciones domiciliadas sin fricción.
ETFs: compras por número de participaciones (salvo brokers con fracciones). Si una participación vale 80€, tus 100€ mensuales a veces no calzan perfecto (o sí, con fracciones). Aquí ganan los fondos por comodidad, salvo que tu broker ofrezca compra fraccionada o SIPs.

Fiscalidad: traspasos entre fondos

España es un caso especial: los fondos de inversión gozan de traspasabilidad fiscal —puedes cambiar de un fondo a otro sin tributar por la plusvalía en el momento—. Esto es una ventaja enorme para optimizar carteras con el tiempo.
ETFs: no disfrutan de esa traspasabilidad de forma general; vender un ETF para cambiar a otro sí cristaliza la plusvalía/minusvalía. Si tu estrategia va a requerir cambios de producto (p. ej., ajustar la parte de bonos o pasar de World a All-World), la diferición fiscal de los fondos puede inclinar la balanza a su favor.


Ventajas de los fondos indexados en España

Los fondos indexados brillan para el ahorro sistemático y la planificación fiscal. Su traspasabilidad permite reconfigurar tu cartera (p. ej., subir bonos al acercarte a la jubilación, o cambiar de proveedor buscando menor TER) sin peaje fiscal en el momento. Eso incrementa tu capital invertido a lo largo de los años y, por tanto, el compuesto actúa sobre una base mayor.

Además, las domiciliaciones automáticas eliminan la fricción conductual: decides una vez y te olvidas. Si tu objetivo es “low effort, high stickiness”, un fondo indexado global + (opcionalmente) un agregado de bonos en euros es suficiente para décadas. Operativamente, no te preocupa el spread intradía ni el tipo de orden; compras al VL y listo. En costes, muchas clases limpias son muy competitivas. Y si en el futuro cambia tu situación (por ejemplo, necesitas pasar de 80/20 a 60/40), lo harás sin pasar por caja (fiscalmente).

Por tanto, para un inversor español de largo plazo que prioriza simplicidad, automatización y fiscalidad óptima, el fondo indexado tiene una ventaja estructural.


Ventajas de los ETFs

Los ETFs son imbatibles en flexibilidad y control. Puedes entrar/salir cuando quieras durante la sesión, usar órdenes limitadas, ajustar timing si recibes una gran liquidez, y operar con spreads muy estrechos en índices líquidos (S&P 500, MSCI World). También te permiten acceder a mercados/segmentos con más variedad (temáticos, factor investing, ultra-short bonds, materias primas) no siempre disponibles como fondos indexados en tu plataforma local.

En costes, algunos ETFs “Core” ofrecen TER muy bajos. Y las clases Acc simplifican la reinvención de dividendos (especialmente útil si tu broker cobra por orden). Si tu broker permite fracciones o tiene SIP sin comisión, puedes replicar casi la experiencia de un fondo: compra periódica automática con control adicional.

Para carteras avanzadas, los ETFs pueden ser la herramienta para rebalanceos tácticos o para cubrir necesidades concretas (p. ej., un ETF de bonos ligados a inflación o un World Small Caps específico). Si estás cómodo con la operativa de mercado y no necesitas la traspasabilidad, un paquete de 2–3 ETFs puede ser muy eficiente y transparente.

Tabla comparativa: fondos indexados vs ETFs

DimensiónFondos indexadosETFs
ContrataciónCon la gestora/plataforma al VL de fin de díaEn bolsa, en tiempo real, con órdenes
LiquidezDiaria (VL)Intradiaria (mercado)
Coste por operaciónNormalmente 0 € (pagas TER)Comisión de compra/venta + spread (y quizá FX)
TERBajo (clases limpias muy competitivas)Muy bajo en “Core”; competitivo
Aportes automáticosMuy fáciles (domiciliación)SIP o fracciones si el broker lo permite
Traspaso sin peaje fiscal (ES) (clave)No (en general)
Control del momento/precioBajo (VL)Alto (órdenes, intradía)
CatálogoAmplio en índices “core”Amplísimo (core + temáticos + factores)
Curva de aprendizajeMuy bajaModerada (market micro, tipos de orden)

Inflación y estrategia a largo plazo (enlace a NRMint «inflation long-term»)

A 10–30 años, tu enemigo no es el market noise, sino la inflación. Da igual si eliges fondo o ETF: lo crítico es poseer activos reales y productivos (renta variable global, bonos bien escogidos) con costes bajos y disciplina. Para profundizar en cómo proteger tu poder adquisitivo y cómo encaja la renta fija ligada a inflación, consulta este recurso: NRMint – Inflation long-term (enfoque práctico sobre estrategias, activos y expectativas a muy largo plazo).


Cuál elegir según tu situación

Para inversión a muy largo plazo (>10 años)

Si tu prioridad es maximizar el compuesto con mínimo esfuerzo y optimización fiscal en España, los fondos indexados suelen ser la opción dominante: traspasabilidad para ajustar la cartera sin tributar y domiciliaciones que hacen del ahorro un hábito. Un fondo global + bonos EUR (según tu perfil) y a correr.

Para flexibilidad y control

Si valoras decidir el precio con órdenes limitadas, ajustar timings de entrada, o usar productos específicos (p. ej., World Small Caps, bonos ligados a inflación, temáticos muy líquidos), los ETFs te dan la herramienta. Con un broker que permita fracciones o SIP, podrás replicar una experiencia casi tan cómoda como un fondo, con más granularidad operativa.

Para optimización fiscal

Si prevés cambios significativos de asignación (por ejemplo, pasar de 90/10 a 60/40 con los años) y no quieres tributar en cada ajuste, la traspasabilidad de fondos es una ventaja clave. Puedes, eso sí, combinar: núcleo en fondos (traspasables) y satélites en ETFs (flexibles) para necesidades puntuales.


Ejemplos prácticos: fondos indexados populares vs ETFs equivalentes

Nota: ejemplos ilustrativos (los nombres exactos pueden variar por clase/mercado). Revisa KID/KIID, ISIN, TER y disponibilidad en tu plataforma.

  • Renta variable global (desarrollados)
    • Fondo indexado: “MSCI World Index Fund (Acc, EUR)” de una gestora europea con TER bajo.
    • ETF equivalente: “iShares Core MSCI World (UCITS) Acc” o “Vanguard FTSE Developed World (UCITS)”.
      Cuándo elegir: fondo si quieres traspasabilidad y aportes domiciliados; ETF si prefieres orden limitada y control intradía.
  • Renta variable global (All-World: desarrollados + emergentes)
    • Fondo: “Global ACWI (Acc, EUR)” indexado.
    • ETF: “Vanguard FTSE All-World (UCITS) Acc/Dist”.
      Cuándo elegir: fondo para automatizar y mover sin tributar; ETF para simplicidad de un solo ticker en bolsa.
  • Renta fija euro (Aggregate)
    • Fondo: “Euro Aggregate Bond Index (Acc, EUR)”.
    • ETF: “iShares Core Euro Aggregate Bond (UCITS)”.
      Cuándo elegir: fondo si irás ajustando el peso de bonos con el tiempo (traspasable); ETF si quieres rebalancear con órdenes.
  • Emergentes
    • Fondo: “MSCI Emerging Markets Index (Acc, EUR)”.
    • ETF: “Amundi/ iShares MSCI EM (UCITS)”.
      Cuándo elegir: fondo para satélite traspasable; ETF si quieres entrada puntual con control de spread.
  • Cobertura de divisa (hedged)
    • Fondos y ETFs suelen ofrecer clases hedged. Elige según tu tolerancia a la divisa (más estabilidad ↔ coste algo mayor).

Ambos son excelentes, depende de tu perfil

No existe un ganador universal en la batalla fondos indexados vs ETFs. La buena noticia es que los dos cumplen con los tres pilares de una cartera sensata: diversificación, bajo coste y disciplina. Si priorizas automatización extrema y ventaja fiscal en España, los fondos indexados suelen llevar ventaja. Si priorizas flexibilidad, control de ejecución y acceso a una gama gigantesca de productos, los ETFs son la herramienta.

Ruta práctica para decidir hoy mismo:

  1. Define tu horizonte y perfil.
  2. Si quieres ahorro 100% automatizado y prevés cambios futuros en la asignación → FONDOS como núcleo.
  3. Si quieres control táctico y acceso a productos específicosETFs (y si puedes, con SIP/fracciones).
  4. Considera mixto: núcleo en fondos (traspasables) + satélites en ETFs (flexibles).
  5. Mantén los costes bajos, el plan simple y la constancia alta. A 10–30 años, eso pesa mucho más que la “herramienta perfecta”.
  6. ¿Te decides por ETFs? Aquí tienes una selección realista para empezar sin complicarte.

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